Aunque lo niega todo, ciertamente China ha sido señalada tanto por aprovechar la crisis del coronavirus al vender insumos de baja calidad a Canadá, como por amenazar a Australia si continuaba investigando el origen del COVID-19.
Sin embargo hoy en declaraciones de funcionarios del FBI y el Departamento de Seguridad Interior (DHS), se añade una nueva cereza al pastel, tras confirmarse que se esta planeando la acusación formal por robo de documentos secretos mediante la técnica del hackeo, que habrían brindado a China información sobre al menos una de las vacunas que se encuentran actualmente en pruebas en Estados Unidos.
The Wall Street Journal y The New York Times informan que:
“El FBI y el Departamento de Seguridad Interior (DHS) están planeando emitir una advertencia sobre los piratas informáticos chinos, en un momento en que iniciativas gubernamentales y privadas están en una carrera contrarreloj para obtener una vacuna ”
¿Es un cuento Chino?
Como ha sido la política de estado de China, todo lo niegan, no saben nada al respecto y además aprovechan para mercadearse.
Tanto es así que en Pekín, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Zhao Lijian, rechazó las acusaciones, afirmando que su país prohíbe fuertemente los ciberataques y además indico que:
«Estamos liderando la investigación mundial para el tratamiento y una vacuna para la COVID-19»
Zhao Lijian, Ministerio de Relaciones Exteriores, China
La duda que quedaría es si esta “investigación” incluirá fuentes no autorizadas de información, que en concordancia con el FBI y el DHS, serían secretos industriales de empresas farmacéuticas americanas.
Lo cierto es que China ha sido el gran ganador tras el coronavirus; al reportar billones de dolares en ganancias en insumos médicos y tras las dudas; ha decidido rechazar todo tipo de investigación internacional en su territorio.