El contrato de la construcción firmado por el Departamento de Seguridad de Estados Unidos, ha visto su coste incrementado en dos ocasiones desde septiembre del año pasado, porque desde que Joe Biden llego al poder se ha visto un gasto muy grande.
Biden paga sus lujos con el dinero de los contribuyentes
El presidente de EE.UU. Joe Biden, decidió viajar a su casa de playa en el estado de Delaware, donde está construyendo una valla de seguridad de 490.000 dólares con el dinero de los contribuyentes, después de pasar la mayor parte de sus vacaciones en Isla Kiawah de Carolina del Sur, el mandatario llegó a la Cuidad de Wilmington, en su estado natal de Delaware y se espera que en los próximos días se dirija a su casa de verano, valorada en 2,7 millones de dólares, situada en la comunidad de North Shores de Rehoboth Beach.
«El 8 de agosto pasado, el coste de la construcción aumentó desde 456.548 dólares hacia 490.324 dólares. No es la primera vez que la suma del contrato cambia. El 30 de noviembre del año pasado, un acuerdo complementario fijó un incremento de 6.844 dólares. Métodos o recursos utilizados de los contribuyentes»
Servicio Secreto de los Estados Unidos
La construcción de la valla empezó en septiembre de 2021
En septiembre de 2021 el Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. (DHS) firmó un contrato con la compañía Turnstone Holdings para la compra e instalación de una valla de seguridad en la residencia del presidente y la fuente oficial de los datos de gastos gubernamentales indica que el DHS es la principal organización que financia el contrato, mientras que el Servicio Secreto de EE.UU. investiga porque se usaron recursos de los contribuyentes para esta construcción, el DHS se negó a responder que causó ambos incrementos.
Desde la Agencia Noticiosa pensamos que Joe Biden esta aprovechando su puesto como presidente, para hacer gastos en sus cosas personales y lo más increíble de todo es que este sujeto no ha cumplido con lo que prometió a su nación y más bien estamos bien al país más poderoso el mundo caer de picada, en manos de la administración Biden.