En conferencia de prensa, se anuncia que la ONU “apoyara” a Costa Rica con la crisis en la frontera norte, sin embargo la supuesta ayuda no incluiría pagar la deuda que la ONU tiene con la salud social en Costa Rica y por el contrario, estaría dirigida a que los trabajadores de la salud en Costa Rica se expongan en la atención de los migrantes, poniendo sus vidas en riesgo todo por un supuesto acuerdo, que no presenta beneficios claros al país, más que un protocolo bajo el cual Costa Rica estaría obligada a atender a Nicaragüenses.
Burla al pueblo Costarricense
Sin lugar a duda no se habla con claridad de los alcances y las declaraciones van dirigidas a regular la situación en el norte en vez de ser más estrictos y no admitir a ningún extranjero.
Las declaraciones del Presidente de Costa Rica fueron en parte las siguientes:
“El día de hoy anunciamos al país que Costa Rica y el sistema de Naciones Unidas llevará adelante una cooperación sanitaria para la Zona Norte del país que con el apoyo de los distintos cuerpos de la ONU, darán apoyo sanitario para la atención de la pandemia de COVID-19 en la Zona Norte de nuestro país».
Carlos Alvarado, PRESIDENTE, COSTA RICA
A la vez la Coordinadora Residente de la ONU en Costa Rica, Alice Shackelford claramente mostró su interés de “proteger a las personas en condición de vulnerabilidad que se vean afectadas por la enfermedad”, lo que en otras palabras sería recibir a cuanto enfermo llegue a la frontera.
“La crisis está afectando en este momento a todo el mundo. Hacemos un llamado para no caer en reacciones xenófobas y limitar el uso de cualquier lenguaje que pueda causar esta reacción. El virus no conoce frontera alguna y no escoge a la persona por el sector donde nacieron. Es entendible que en este momento las personas tengan temor e incertidumbre, sin embargo debe prevalecer el sentido común que este país siempre ha demostrado».”
Alice Shackelford, Coordinadora Residente de la ONU
Trabajadores de la salud Costarricense estarían en riesgo
Es claro que al estar en contacto con pacientes COVID-19 nuestros trabajadores de la salud estarían expuestos a ser infectados, infectando a sus familias y pagando un alto precio por la “ayuda” de la ONU.